2 de julio de 2008

Cuestión de tiempo



El desaliento y la angustia me han obligado a detener la marcha y buscar un punto de apoyo olvidando por unos instantes las bajas temperaturas que castigan la metrópoli estos días. Hoy todos hablan de lo mismo pero sólo yo creo haber comprendido el verdadero significado de ese suceso.

Hallado sin vida el cuerpo de Jeremías Creen
Guardias de la Prisión de Alta Seguridad de Avalons encontraron anoche, en su celda, el cuerpo sin vida de Jeremías Creen. El cadáver presentaba, al menos, una veintena de heridas de arma blanca. Creen cumplía cadena perpetua por el asesinato de su esposa, Katrina, ocurrido quince años antes …


… Jeremías y Katrina fueron los primeros humanos en someterse al revolucionario tratamiento estético conocido por los ciudadanos de a pie como Transplante de Cerebros.
La primera vez que la humanidad oyó hablar de esta novedosa técnica fue en el año I del Tercer Milenio cuando un equipo de investigadores de Dreamsmakers hizo públicos los resultados de sus trabajos sobre transplante de cerebros en primates. Con ellos Dreamsmakers estaba ofreciendo al mundo mucho más que la posibilidad de alargar una esperanza de vida que por aquel entonces superaba los ciento cincuenta años, estaba ofreciendo una nueva vida.
Sólo las dificultades para conseguir voluntarios que, en vida, donaran sus cuerpos a la ciencia, les obligaron a posponer la experimentación en humanos hasta el año IV. Jeremías y Katrina fueron los primeros en asumir los riesgos que implicaba dicha intervención. Contaban entonces con ochenta y cinco años.
Dos semanas de preparativos y veinticuatro horas de intervención les permitieron rejuvenecer sesenta años. Ahora habitaban en cuerpos de veinticinco, jóvenes, tersos y vigorosos, en la plenitud de la vida; ahora tenían por delante más de un siglo de existencia. Tres años después Katrina fue hallada muerta en su casa por su marido. Tenía el cuerpo cosido a puñaladas.

La prensa sensacionalista del momento, adelantándose a acontecimientos posteriores, adjudicó inmediatamente la autoría del delito a su marido. Un mes después, Jeremías pasaba a disposición judicial como principal sospechoso del asesinato de su esposa, y aunque siempre proclamó su inocencia, el juicio acabó con un veredicto de culpabilidad y su encarcelamiento. Yo fui su abogado durante los seis meses que duró el juicio…


…Anoche, unas cuantas horas después de que me comunicaran su muerte, tuve mi primera pesadilla. Una pesadilla en la que no era yo el que soñaba. Una pesadilla dominada por el verdadero dueño de mi actual cuerpo. Una pesadilla en la que intentaba liberarse de mi dominio, de recuperar lo que era suyo, y aunque conseguí despertar a tiempo, una imagen persiste con fuerza en mi memoria: el brillo de un cuchillo.


Hoy todos hablan de lo mismo pero sólo yo creo haber comprendido el verdadero significado del suceso. Ahora sé que aquel hombre con cuerpo de niño y esencia de anciano no mentía al gritar su inocencia. Para mi desesperación ahora sé que sólo es cuestión de tiempo.

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